miércoles, 11 de noviembre de 2015

Las últimas novedades sobre investigación y tratamiento en Chagas

Nature Medicine, uno de los medios de comunicación científica más relevantes del mundo, publicó un importante artículo sobre el panorama actual de la enfermedad a nivel global y cómo, aunque los ensayos clínicos han contribuido poco al desarrollo de nuevos medicamentos, han servido para revelar el gran potencial de los fármacos ya existentes.

En el artículo “Bugging out over Chagas: Bioluminescent protozoans and old drugs might help unravel kissing-bug disease” (“Avanzando con el Chagas: protozoos bioluminiscentes y antiguos fármacos pueden ayudar a desentrañar la enfermedad de la vinchuca”), la periodista científica estadounidense Nala Rogers destaca algunas de las acciones de Investigación y Desarrollo (I+D) emprendidas por DNDi.
Carolina Batista, directora médica de DNDi, hizo referencia a la existencia de una creciente red de investigadores que trabajan para ayudar a los casi 7 millones de personas infectadas con la enfermedad de Chagas en el mundo. Entre ellos se encuentra Peter Hotez, de la Escuela Nacional de Medicina Tropical de la Facultad de Medicina de la Universidad de Houston (EEUU), que trabaja en una vacuna terapéutica para tratar a pacientes infectados.

El artículo llama la atención sobre la antigüedad de 40 años de los medicamentos Nifurtimox y Benznidazol (este último, primera opción de tratamiento), los únicos que se han desarrollado para luchar contra la enfermedad, de los que las evidencias muestran que no son efectivos en todas las fases del Chagas. Adicionalmente, recuerda que un 18% de los pacientes suspende el tratamiento, debido a sus efectos secundarios.

Como resultado de la urgente necesidad de encontrar opciones más seguras, afirma el artículo, la búsqueda de nuevos tratamientos para la enfermedad de Chagas ha pasado por la creación de medicamentos conocidos como “triazoles” que inhiben una enzima llamada CYP51, de los cuales uno de los más conocidos es el Posaconazol, lanzado en 2010 como prueba clínica por el Hospital de La Vall D’Hebrón de Barcelona (España).

Entre ellos también se cuenta la prueba de E1224, desarrollada por DNDi. Sin embargo, según Robert Don, director de preclínica y descubrimientos de DNDi citado en el artículo, prácticamente todos los pacientes tratados con el Posaconazol o el E1224 reemergieron con parasitemia, así que no eran efectivos en la eliminación de todos los parásitos, por lo que fueron considerados como fallos.

El artículo menciona también la prueba clínica conducida por DNDi para optimizar el régimen de tratamiento con Benznidazol. Según Carolina Batista, si el medicamento continúa trabajando en dosis más pequeñas o durante períodos más cortos de tratamiento, sería posible curar a los pacientes mientras se les ahorran los peores efectos. Otra opción a considerar sería la combinación de medicamentos, algo por lo que se inclinan varios investigadores. Por ejemplo, la interacción del E1224 con otros medicamentos está siendo evaluada con el objetivo de aumentar la eficacia y/o seguridad del tratamiento con Benznidazol.

Dado que uno de los mayores retos para los investigadores es que el Tripanozoma Cruzi causante de la enfermedad de Chagas es difícil de detectar, John Kelly, investigador de la Escuela de Medicina e Higiene Tropical de Londres, desarrolló un nuevo modelo probado con ratones de laboratorio: la detección con luz roja de parásitos bioluminiscentes, que permite ver la concentración de la infección en el cuerpo.

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